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Brecha salarial: acciones para combatirla 

La brecha salarial de género, expresada como un porcentaje que surge de la diferencia entre los salarios de hombres y mujeres, ha evolucionado para convertirse en un barómetro crítico de la equidad en el ámbito laboral. Esta disparidad financiera se traduce en una interrogante fundamental: ¿cuánto más ganan los hombres en comparación con las mujeres? La respuesta, encapsulada en un porcentaje, va más allá de las cifras y se adentra en la complejidad de las relaciones laborales y la igualdad de oportunidades.

¿Qué es la brecha salarial? 

La brecha salarial se refiere a la diferencia en los ingresos entre hombres y mujeres en el contexto laboral. Esta diferencia se calcula generalmente como un porcentaje, dividiendo la diferencia entre los salarios promedio de ambos grupos por el salario promedio del grupo de referencia, generalmente los hombres.

En el caso específico de la brecha salarial de género, se evalúa cuánto más ganan, en promedio, los hombres en comparación con las mujeres. La fórmula para este cálculo es la diferencia entre los salarios de hombres y mujeres dividida por el salario de los hombres, expresada como un porcentaje.

Este fenómeno refleja las inequidades en la remuneración entre géneros y puede estar influenciado por diversos factores, como la discriminación salarial basada en el género, la segregación ocupacional (donde ciertos trabajos tienden a estar dominados por un género), y barreras sistémicas que limitan el acceso de las mujeres a roles mejor remunerados.

La brecha salarial no solo se limita a cuestiones de género; también puede referirse a diferencias salariales basadas en otros criterios, como la raza, la etnia, la diversidad funcional u otras características demográficas. Es un indicador clave de las desigualdades en el ámbito laboral y ha sido objeto de atención y esfuerzos para su reducción en aras de lograr una remuneración más justa e igualitaria.

¿Cuáles son las metas del ODS 8 y 5 en relación a la brecha salarial? 

ODS 8: empleo decente y protección de los derechos laborales 

El objetivo 8.5 se centra en garantizar el empleo pleno y productivo, así como el trabajo decente para todas las mujeres y hombres. Busca abordar la brecha salarial al incluir una meta explícita de igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Al perseguir esta meta, se pretende asegurar que las mujeres reciban una compensación justa en comparación con sus colegas masculinos por tareas y responsabilidades equivalentes. Además, el énfasis en el empleo pleno y productivo contribuye a reducir la discriminación laboral de género que a menudo subyace en la brecha salarial.

La meta 8.8 destaca la importancia de proteger los derechos laborales y crear un entorno de trabajo seguro para todos los trabajadores, incluidas las mujeres en situaciones laborales precarias y migrantes. Al abogar por condiciones laborales equitativas, se promueven igualdad de oportunidades y se trabaja en la eliminación de prácticas discriminatorias que contribuyen a la brecha salarial.

ODS 5: fin a todas las formas de discriminación de mujeres y niñas y reconocer el trabajo no remunerado

La meta 5.1 se propone erradicar todas las formas de discriminación contra las mujeres. La discriminación de género en el ámbito laboral es un factor que contribuye significativamente a la brecha salarial. Al abogar por la igualdad de trato y oportunidades, se trabaja hacia la eliminación de barreras que impiden que las mujeres accedan a roles mejor remunerados y progresen en sus carreras de manera equitativa.

El objetivo 5.4 reconoce la importancia de valorar el trabajo no remunerado, en su mayoría realizado por mujeres en tareas de cuidado y domésticas. Al proporcionar servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social que alivien esta carga, se contribuye a una distribución más equitativa de las responsabilidades, lo que puede impactar en la brecha salarial al permitir a las mujeres participar plenamente en el mercado laboral.

¿Cómo podemos hacer frente a la brecha salarial a nivel local? 

Combatir la brecha salarial a nivel local implica la implementación de medidas concretas que aborden las disparidades salariales dentro de comunidades específicas.

Transparencia salarial 

Promover la transparencia en las estructuras salariales, permitiendo que los trabajadores conozcan los salarios de sus colegas en roles similares. Esto puede contribuir a identificar y abordar posibles desigualdades.

Evaluación de equidad salarial 

Realizar evaluaciones regulares de equidad salarial para identificar y corregir discrepancias salariales basadas en género u otras características demográficas. Esto implica revisar las políticas de remuneración y realizar ajustes necesarios.

Políticas de igualdad de género 

Implementar políticas específicas de igualdad de género que aborden la discriminación salarial y promuevan oportunidades equitativas de ascenso y desarrollo profesional para mujeres.

Capacitación en igualdad de género

Proporcionar capacitación a empleadores y empleados sobre la importancia de la igualdad de género en el lugar de trabajo. Esto incluye sensibilización sobre la brecha salarial y cómo prevenirla.

Flexibilidad laboral 

Ofrecer opciones de flexibilidad laboral, como horarios de trabajo flexibles o trabajo remoto, para abordar desafíos relacionados con las responsabilidades familiares y ayudar a eliminar barreras para el avance profesional de las mujeres.

Promoción de maternidad y paternidad responsables 

Fomentar políticas que apoyen la maternidad y paternidad responsables, garantizando que las mujeres no sean penalizadas salarialmente por decisiones relacionadas con la familia y promoviendo una distribución equitativa de las responsabilidades de cuidado.

Programas de desarrollo profesional 

Implementar programas de desarrollo profesional que brinden oportunidades equitativas para el crecimiento y avance en la carrera, independientemente del género u otras características personales.

Políticas de inclusión y diversidad 

Adoptar políticas que fomenten la inclusión y diversidad en todos los niveles de la organización, asegurando que las decisiones salariales se tomen de manera justa y sin sesgos.