En el mundo actual, el desarrollo sostenible se ha convertido en un concepto de gran importancia. Busca el equilibrio entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social. El objetivo es satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades
El desarrollo sostenible se fundamenta en un enfoque integral que busca establecer un equilibrio armonioso entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social. Se trata de un modelo que busca satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las posibilidades de las futuras generaciones para atender sus propias necesidades.
Este enfoque se basa en la premisa de que los recursos naturales son limitados y deben ser utilizados de manera responsable y sostenible. Asimismo, reconoce la importancia de preservar la biodiversidad, reducir la contaminación y mitigar los efectos del cambio climático.
Considera que el progreso económico no puede lograrse a expensas del medio ambiente ni en detrimento de las condiciones de vida de las personas. Por lo tanto, promueve la equidad social, garantizando el acceso a servicios básicos como la educación, la salud, la vivienda y el empleo digno.
Además, este enfoque implica una visión de largo plazo, buscando establecer una economía sostenible que genere beneficios a largo plazo y no comprometa la capacidad de las futuras generaciones para desarrollarse de manera próspera.