Promover la energía sostenible en un municipio es una tarea fundamental en la búsqueda de un futuro más próspero y equilibrado. La energía sostenible no solo representa un cambio en la forma en que obtenemos y utilizamos la energía, sino que también marca el camino hacia la preservación del medioambiente, la garantía de la seguridad energética y el impulso del desarrollo socioeconómico local.
Este tipo de energía se define por su capacidad para satisfacer las necesidades energéticas actuales sin comprometer los recursos ni el suministro energético futuro. Es la pieza clave en la transición hacia un nuevo modelo energético, donde se prioriza la eficiencia, la diversificación de fuentes y la reducción de impactos ambientales.
En este artículo, exploraremos las diferentes estrategias y acciones que pueden ser implementadas en un municipio para promover la energía sostenible, abordando desde la educación y sensibilización ciudadana hasta la implementación de políticas y proyectos concretos en el ámbito local.
¿Qué es la energía sostenible?
La energía sostenible se define como aquella forma de energía que se obtiene y utiliza de manera que no compromete los recursos naturales ni el medioambiente, y que al mismo tiempo es consumida de manera eficiente y accesible para todos.
Aunque el término energía renovable se refiere específicamente a fuentes de energía que se basan en recursos naturales inagotables, como la solar, eólica o hidroeléctrica, la energía sostenible va más allá. Implica una responsabilidad hacia las generaciones futuras, promoviendo la eficiencia energética y garantizando un acceso equitativo al suministro energético para todos. La combinación de estos dos conceptos, energía renovable y sostenible, es fundamental para avanzar hacia un modelo energético que sea sostenible a largo plazo y que tenga en cuenta las necesidades presentes y futuras.
¿Por qué es importante la energía sostenible?
La importancia de la energía sostenible radica en su capacidad para abordar los desafíos energéticos y climáticos que enfrentamos en la actualidad. Por motivos medioambientales, de seguridad energética y económicos, la transición hacia un modelo basado en fuentes de energía renovables y sostenibles se presenta como el camino hacia el futuro.
Este enfoque no solo garantiza la disponibilidad de recursos para las generaciones venideras, sino que también demuestra un compromiso con la protección del medio ambiente y mejora significativamente nuestra calidad de vida, al tiempo que impulsa el crecimiento económico.
La energía sostenible desempeña un papel crucial en la descarbonización del suministro energético al reducir la dependencia de los combustibles fósiles y alentar el desarrollo de empleo en sectores relacionados en todo el mundo.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce que la energía sostenible no solo beneficia al medio ambiente, sino que también actúa como un motor para reducir la pobreza, promover el progreso social, la igualdad y el crecimiento económico.
Asimismo, representa una vía efectiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.
En definitiva, la energía sostenible es esencial para construir un futuro más próspero, equitativo y sostenible para todos.
¿Cómo promover la energía sostenible en tu municipio?
Promover la energía sostenible en un municipio es una tarea integral que requiere la participación activa de diversos actores y la implementación de una serie de medidas coordinadas. A continuación, se presentan algunas estrategias clave para fomentar la adopción de energía sostenible a nivel local:
- Sensibilización y educación: es fundamental concienciar a la población sobre la importancia y los beneficios de la energía sostenible. Se pueden organizar campañas de sensibilización, charlas informativas y talleres educativos en escuelas, centros comunitarios y eventos locales para informar a los ciudadanos sobre cómo pueden contribuir al uso responsable de la energía.
- Incentivos financieros: se pueden establecer incentivos económicos, como créditos fiscales o subvenciones, para aquellos ciudadanos y empresas que inviertan en tecnologías de energía sostenible, como paneles solares, sistemas de energía eólica o mejoras en eficiencia energética en edificaciones.
- Regulaciones y políticas públicas: el municipio puede implementar regulaciones y políticas que promuevan el uso de energía sostenible. Esto puede incluir la creación de normativas que exijan estándares mínimos de eficiencia energética en la construcción de edificaciones, la promoción de sistemas de transporte público eléctrico o el establecimiento de metas de energía renovable para el suministro municipal.
- Desarrollo de infraestructuras: se pueden desarrollar infraestructuras que faciliten la adopción de energía sostenible, como la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, la construcción de parques solares o eólicos municipales y la promoción de la cogeneración de energía a partir de residuos orgánicos.
- Participación ciudadana: es importante involucrar a la comunidad en la toma de decisiones relacionadas con la energía sostenible. Se pueden establecer consejos o comités consultivos ciudadanos que participen en la elaboración de políticas y proyectos relacionados con la energía en el municipio.
Caso real: la isla del Hierro, un referente en energía sostenible
Los datos muestran un aumento constante en el uso de energía sostenible año tras año, tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea. Durante el año 2020, se observó un incremento significativo en el uso de energía solar y eólica, mientras que el consumo de carbón disminuyó en un 20% y el de gas en un 4%, según el informe EU Power Sector de 2020 elaborado por Ember.
En el verano de 2019, la pequeña isla española de El Hierro se convirtió en un ejemplo mundial al lograr abastecerse completamente con energía renovable durante 24 días consecutivos. Este hito fue el resultado de un proyecto impulsado por la UNESCO en el año 2000, con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia energética en la isla.
La pieza clave para el éxito de este proyecto fue la central hidroeólica de Gorona del Viento, que se convirtió en la principal productora de energía limpia para el consumo de la isla. El plan a largo plazo busca que El Hierro se convierta en un territorio completamente sostenible, utilizando fuentes de energía como la eólica, solar y undimotriz (a partir de las olas).
Además de la energía, el proyecto también incluye iniciativas de movilidad sostenible, como la mejora del transporte público y el fomento del uso compartido de vehículos. Asimismo, se promueve la agricultura ecológica y el turismo sostenible, con el objetivo de preservar los ecosistemas de la isla, que fueron designados Reserva de la Biosfera en 1997.