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En un contexto marcado por la creciente preocupación por el medio ambiente y la crisis de los recursos energéticos, las energías limpias emergen como una alternativa fundamental en la búsqueda de soluciones. Estas formas de energía, libres de contaminación y residuos, están ganando terreno como respuesta a la urgente necesidad de abordar la crisis climática y energética que enfrenta nuestro planeta. 

Aunque a menudo se confunden con las energías renovables, las energías limpias presentan particularidades que las distinguen y las hacen aún más relevantes en este contexto de cambio y transición hacia un modelo energético más sostenible. 

Os contamos todo sobre las energías limpias en este artículo: 

¿Qué son las energías limpias?

Las energías limpias hacen referencia a métodos de generación de energía que no contaminan ni generan emisiones perjudiciales para el medio ambiente, especialmente gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), que son responsables del cambio climático. 

Estos sistemas energéticos están en constante desarrollo y juegan un papel fundamental en la protección del medio ambiente y en la mitigación de la crisis asociada a los recursos energéticos no renovables, como el gas y el petróleo. En resumen, las energías limpias representan una alternativa crucial en la transición hacia un modelo energético más sostenible y respetuoso con el entorno natural.

Diferencias entre energías limpias y energías renovables 

Si bien los términos energía limpia y energía renovable suelen utilizarse indistintamente, es importante reconocer que existen diferencias clave entre ambos conceptos. La principal distinción radica en el aspecto de la contaminación. Aunque pueda resultar sorprendente, algunas fuentes de energía renovable pueden generar contaminación.

Por ejemplo, el biogás o el biodiésel se consideran fuentes de energía renovable debido a su origen en recursos naturales inagotables. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las energías renovables, estas pueden contaminar durante su proceso de combustión, emitiendo gases de efecto invernadero.

Por otro lado, las energías limpias no generan contaminación y, por lo tanto, se puede afirmar que la mayoría de las fuentes de energía renovable también son limpias, y viceversa. A pesar de esta asociación estrecha, es importante entender que no todas las energías renovables son necesariamente limpias en términos de impacto ambiental, lo que subraya la importancia de distinguir entre ambos conceptos en el ámbito de la energía sostenible.

¿Cuáles son las energías limpias más utilizadas?

Las energías limpias son una parte fundamental de la transición hacia un modelo energético más sostenible. Estas son algunas de las más utilizadas:

Energía eólica 

La energía eólica se obtiene mediante la captura y conversión de la energía cinética del viento en electricidad. Se logra a través de aerogeneradores, que son turbinas impulsadas por el viento. Esta forma de energía es ampliamente utilizada en todo el mundo debido a su capacidad para generar electricidad de manera limpia y renovable, contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Energía fotovoltaica 

La energía fotovoltaica se produce mediante la conversión de la luz solar en electricidad utilizando paneles solares compuestos por células fotovoltaicas. Esta tecnología aprovecha la radiación solar para generar energía eléctrica de forma sostenible y sin emitir contaminantes. Es una de las fuentes de energía más limpias y de más rápido crecimiento en todo el mundo.

Energía hidroeléctrica 

La energía hidroeléctrica se obtiene a partir del aprovechamiento del flujo de agua, generalmente a través de la construcción de presas y embalses, para mover turbinas que generan electricidad. Es una fuente de energía limpia y renovable que proporciona una gran cantidad de electricidad en muchos países, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Energía de hidrógeno verde 

La energía de hidrógeno verde se produce a partir de la electrólisis del agua utilizando electricidad renovable, como la solar o la eólica, para separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno resultante se puede utilizar como combustible limpio en diversas aplicaciones, como transporte, calefacción e industria, sin generar emisiones contaminantes.

Biomasa 

La energía de biomasa se obtiene a partir de materia orgánica, como residuos agrícolas, forestales o de origen animal, que se queman o se convierten en biocombustibles para producir calor o electricidad. Es una fuente de energía renovable que ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y contribuye a la gestión sostenible de los residuos orgánicos.

Energía geotérmica

La energía geotérmica aprovecha el calor del interior de la Tierra para generar electricidad o proporcionar calefacción y refrigeración. Se obtiene mediante la extracción del calor natural del subsuelo a través de pozos y su utilización en sistemas de generación de energía. Es una forma de energía renovable que tiene un impacto ambiental mínimo y una alta disponibilidad en regiones geotérmicamente activas.

Energía mareomotriz 

La energía mareomotriz se obtiene aprovechando el movimiento de las mareas para generar electricidad. Se basa en el uso de turbinas o dispositivos que capturan la energía cinética del flujo y reflujo de las mareas en zonas costeras. Es una forma de energía renovable que ofrece un gran potencial en áreas con mareas significativas, contribuyendo a diversificar la matriz energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Qué ventajas aporta usar las energías limpias?

  • Reducción de la contaminación atmosférica: las energías limpias, al no producir emisiones de gases contaminantes ni partículas nocivas durante su operación, contribuyen a mejorar la calidad del aire y a reducir los problemas de salud asociados a la contaminación atmosférica, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
  • Mitigación del cambio climático: al evitar la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), las energías limpias ayudan a reducir las concentraciones atmosféricas de estos gases y a frenar el calentamiento global, mitigando así los impactos negativos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas, la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos y la acidificación de los océanos.
  • Promoción de la seguridad energética: al diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, las energías limpias contribuyen a aumentar la seguridad energética de los países, disminuyendo su vulnerabilidad a los precios volátiles del petróleo y del gas natural, así como a las interrupciones en el suministro.
  • Creación de empleo y desarrollo económico: la transición hacia energías limpias impulsa la creación de empleo en sectores relacionados, como la fabricación, instalación y mantenimiento de tecnologías renovables, así como en la investigación y desarrollo de nuevas soluciones energéticas. Esto puede estimular el crecimiento económico y la innovación tecnológica, generando oportunidades para la inversión y el desarrollo a largo plazo.
  • Fomento de la innovación y la competitividad: el desarrollo y la implementación de tecnologías limpias estimulan la innovación en diversos campos, desde la ingeniería y la ciencia de materiales hasta la gestión energética y la informática. Esto puede mejorar la competitividad de las empresas y los países en el mercado global, así como impulsar la creación de nuevos productos y servicios sostenibles.
  • Protección del medio ambiente y la biodiversidad: al reducir la presión sobre los ecosistemas y los recursos naturales, las energías limpias contribuyen a la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, preservando hábitats clave y mitigando los impactos negativos de la actividad humana en los ecosistemas terrestres y marinos.

¿Cómo promover el uso de las energías limpias desde tu municipio?

Promover el uso de las energías limpias a nivel municipal es una estrategia clave para contribuir al desarrollo sostenible y combatir el cambio climático.

  • Implementar políticas y regulaciones favorables: establecer normativas y políticas que promuevan activamente el uso de energías limpias, como incentivos fiscales para la instalación de paneles solares, exenciones de impuestos para vehículos eléctricos y requisitos de eficiencia energética para edificios nuevos o renovados.
  • Facilitar el acceso a energías limpias: ofrecer programas de financiamiento o subvenciones que ayuden a los residentes y empresas a invertir en tecnologías de energía limpia, como paneles solares, sistemas de energía eólica o calderas de biomasa.
  • Promover la educación y la conciencia pública: a través de campañas de sensibilización y programas educativos, el municipio puede informar a la comunidad sobre los beneficios de las energías limpias y cómo pueden adoptarlas en su vida cotidiana. Esto puede incluir talleres, charlas informativas, eventos comunitarios y material educativo en diferentes formatos.
  • Establecer alianzas con el sector privado y las instituciones: colaborar con empresas locales, universidades y organizaciones sin fines de lucro para desarrollar proyectos de energía limpia, compartir recursos y conocimientos, y promover la innovación en este ámbito. Esto puede incluir la creación de incubadoras de empresas, programas de investigación conjunta y oportunidades de financiamiento para proyectos piloto.
  • Liderar con el ejemplo: dar el ejemplo adoptando prácticas de energía limpia en sus propias operaciones y servicios, como la instalación de paneles solares en edificios municipales, la conversión de la flota de vehículos municipales a modelos eléctricos o híbridos, y la implementación de medidas de eficiencia energética en las infraestructuras públicas.
  • Fomentar la colaboración entre regiones: unirse a otras ciudades y regiones para compartir mejores prácticas, recursos y experiencias en la promoción de energías limpias. Esto puede facilitar la implementación de proyectos a mayor escala y aumentar el impacto de las iniciativas locales.

Promover el uso de energías limpias desde tu municipio requiere un enfoque integral que involucre políticas proactivas, colaboraciones estratégicas y una sólida participación ciudadana. Al trabajar en conjunto, los municipios pueden desempeñar un papel fundamental en la transición hacia un futuro más sostenible, generando un impacto real sobre el territorio.