El vínculo entre género y salud es fundamental en el entendimiento de las desigualdades en la atención médica y el bienestar general. A pesar de los avances significativos en el campo de la medicina, persisten disparidades notables basadas en el género que afectan el acceso, el tratamiento y los resultados de salud para diferentes grupos de personas.
El género no solo determina roles y expectativas sociales, sino que también se convierte en una causa arraigada de inequidad sanitaria, dando forma a cómo se perciben, tratan y enfrentan las condiciones de salud y enfermedades. Desde la prevención hasta el acceso a la atención médica, las diferencias de género influyen en el tratamiento sanitario, destacando la necesidad de abordar estas desigualdades para garantizar un sistema de salud equitativo y efectivo para todos.
El género como causas de desigualdad sanitaria
La inequidad en la salud, influenciada por el género, presenta un paisaje complejo que incide directamente en los resultados sanitarios y la calidad de vida. Las disparidades de género en la salud son evidentes en múltiples facetas y abarcan desde la esperanza de vida hasta la carga de enfermedades, reflejando una interacción intrincada entre factores sociales, conductuales y estructurales.
1. Determinantes de la salud relacionados con el género:
- Interacción con otros determinantes sociales y estructurales.
- Normas sociales que influyen en la exposición a factores de riesgo como tabaco y alcohol, generando diferencias significativas en años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
2. Conductas en la esfera de la salud según el género:
- Patrones de comportamiento relacionados con roles y expectativas de género.
- Diferencias en el acceso y uso de servicios de tratamiento, como la menor accesibilidad de las mujeres a servicios de tratamiento de la catarata, aumentando sus tasas de ceguera.
3. Respuesta del sistema de salud según el género:
- Impacto de las normas sociales y de género en la prestación de servicios de salud.
- Desigualdades en el acceso a servicios de salud, tratamiento y atención médica, influenciadas por estereotipos y estructuras institucionales.
Estos factores ejemplifican cómo las diferencias de género trascienden más allá de las conductas individuales, manifestándose en la interacción con los sistemas de salud y los determinantes sociales. Además, la influencia del género en la respuesta del sistema de salud revela la necesidad urgente de hacer frente a los desequilibrios estructurales que perpetúan estas disparidades sanitarias.
¿Qué objetivos tiene el ODS 3 para abordar las desigualdades relacionadas con el género y la salud?
Las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 relacionadas con la equidad de género y la superación de las disparidades en salud basadas en el género incluyen:
- Meta 3.1: Reducir la mortalidad materna. Las normas sociales y la inequidad en el acceso a la atención médica pueden contribuir a tasas más altas de mortalidad materna, lo que enfatiza la necesidad de garantizar servicios de salud materna adecuados y accesibles para todas las mujeres.
- Meta 3.2: Reducir las muertes prevenibles de recién nacidos y niños menores de 5 años. Las diferencias en el acceso a la atención médica según el género pueden influir en la mortalidad infantil. Abordar las disparidades en el acceso a servicios de salud para niños y niñas es esencial para alcanzar esta meta.
- Meta 3.7: Lograr el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar. Aquí, las desigualdades de género en el acceso a servicios reproductivos y de salud sexual son fundamentales. Garantizar un acceso equitativo y universal a estos servicios es crucial para eliminar las disparidades basadas en el género.
- Meta 3.c: Aumentar significativamente el financiamiento de la salud y el personal de la salud en los países en desarrollo. Abordar las inequidades de género en el personal de salud, así como en el acceso a recursos financieros en el sector sanitario, es esencial para garantizar servicios de salud equitativos para todas las personas, independientemente de su género.
¿Cómo aplicar la perspectiva de género en los sistemas de salud?
Aplicar la perspectiva de género en los sistemas de salud implica una serie de acciones integrales para garantizar la equidad en la prestación de servicios, la toma de decisiones y el acceso a recursos. Aquí hay pasos clave para integrar esta perspectiva:
1. Prestación de servicios equitativos:
- Intervenciones basadas en datos probatorios que aborden las necesidades de género en todos los niveles de atención médica.
- Garantía de acceso equitativo a servicios de promoción de la salud, prevención y tratamiento para todas las identidades de género, desde atención primaria hasta servicios especializados.
2. Información e investigación desglosada por sexos:
- Recopilación y análisis de datos desglosados por género para comprender mejor los determinantes de la salud y diseñar respuestas efectivas basadas en datos probados.
3. Acceso equitativo a productos y tecnologías médicas:
- Asegurar que hombres y mujeres tengan acceso igualitario a medicamentos, vacunas y tecnologías esenciales sin discriminación de género.
4. Transformación en el personal sociosanitario:
- Políticas y estrategias para eliminar prejuicios y desigualdades de género en el personal sanitario, garantizando un entorno laboral justo y equitativo.
- Integración de la igualdad de género en la formación, capacitación y progreso profesional del personal de salud.
5. Equidad en la financiación de la atención sanitaria:
- Garantizar el acceso universal a servicios sanitarios y estrategias financieras que no discriminen por género.
- Inclusión de la perspectiva de género en evaluaciones de riesgos financieros y presupuestos para garantizar recursos equitativos.
6. Liderazgo y gobernanza con enfoque de género:
- Integración de la perspectiva de género en políticas y estructuras de gobernanza de la salud pública.
- Promoción de estrategias que aborden las cuestiones de género en la capacidad de respuesta y la rendición de cuentas en los sistemas de salud.
La integración de la perspectiva de género en todos estos aspectos asegura una prestación de servicios equitativa y sensible al género, eliminando las brechas y promoviendo un acceso igualitario a la salud y la atención sanitaria para todas las personas, independientemente de su identidad de género.
¿Qué está haciendo la Organización de las Naciones Unidas al respecto?
Elabora guías para recopilar, analizar y comunicar datos desde la equidad.
Además, estos esfuerzos buscan promover una transformación en las relaciones de género al incorporar las cuestiones relacionadas con el género en el análisis de datos desglosados por sexo.
Estas guías, fáciles de usar, están diseñadas para conducir talleres de varios días centrados en abordar las inequidades en la atención médica derivadas de diferencias de género.
Además, la OMS ha implementado políticas para garantizar la paridad de género en sus equipos, con el compromiso de aumentar anualmente la proporción de funcionarios de ambos sexos en ciertas categorías, supervisando de cerca este progreso.
La OMS también se compromete con el Plan de Acción para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-SWAP), rindiendo cuentas a ONU-Mujeres sobre criterios de desempeño comunes.
La organización evalúa regularmente la integración de cuestiones de género, equidad y derechos humanos en sus políticas y programas, y participa activamente en el ONU-SWAP 2.0, centrado en resultados y alineado con la Agenda 2030.
Además, se informa a la Asamblea Mundial de la Salud cada dos años sobre los avances en la implementación de la Estrategia para incorporar el análisis y las acciones de género en las actividades de la OMS.
En la Región de Europa, se ha presentado una nueva estrategia para la salud y el bienestar de los hombres en base a una revisión de evidencias sobre aspectos como la mortalidad prematura, la relación entre la masculinidad y desigualdades existentes, y el papel de los hombres en la promoción de la igualdad de género en la salud. Esta estrategia busca abordar estas cuestiones específicas relacionadas con la salud masculina en el contexto de las desigualdades de género.