El calentamiento global ya no es una predicción: es una realidad que estamos viviendo. Según datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), 2023 fue el año más caluroso desde que existen registros, con una temperatura media global 1,48 °C por encima de los niveles preindustriales. Nos acercamos peligrosamente al umbral de 1,5 °C fijado en el Acuerdo de París, y los efectos son cada vez más evidentes: olas de calor, sequías, incendios, inundaciones, pérdida de cosechas, migraciones climáticas… El planeta está cambiando a una velocidad sin precedentes, y la causa principal está clara: la actividad humana.
¿Qué es el calentamiento global?
El calentamiento global es el aumento sostenido de la temperatura media de la atmósfera terrestre y los océanos debido, en gran parte, a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) derivados de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación o la ganadería intensiva.
Aunque el clima del planeta siempre ha experimentado fluctuaciones naturales, el calentamiento actual es distinto por su velocidad, magnitud y causa directa. Según el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), no hay duda: la mayor parte del calentamiento observado en el último siglo ha sido provocado por la acción humana.
¿Qué es el efecto invernadero?
El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite que la Tierra tenga una temperatura adecuada para la vida. La atmósfera deja pasar la radiación solar, que calienta la superficie terrestre, y retiene parte del calor mediante gases como el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄) o el óxido nitroso (N₂O). Sin este efecto, la temperatura media del planeta sería unos 30 °C más baja.
El problema surge cuando estos gases se acumulan en exceso debido a actividades humanas. Cuanto más GEI hay en la atmósfera, más calor queda atrapado, lo que intensifica el calentamiento global. Desde la Revolución Industrial, las concentraciones de CO₂ han aumentado más de un 40 %, alcanzando niveles nunca vistos en los últimos 800.000 años.
Calentamiento global y cambio climático: ¿es lo mismo?
Aunque a menudo se usan como sinónimos, hay una diferencia clave:
- Calentamiento global se refiere al aumento de la temperatura media del planeta.
- El cambio climático engloba una serie de alteraciones en los patrones meteorológicos y ecosistemas como consecuencia del calentamiento global: sequías, tormentas extremas, aumento del nivel del mar, desplazamientos de especies, etc.
Es decir, el calentamiento global es una causa directa del cambio climático. Y lo que antes era una advertencia futura, hoy es una crisis presente.
Consecuencias del calentamiento global
El calentamiento global tiene impactos en cascada que afectan a todos los sistemas naturales y humanos:
Aumento del nivel del mar
El deshielo de los polos y glaciares, junto con la expansión térmica del agua marina, provoca que el nivel del mar suba, amenazando zonas costeras y pequeñas islas.
Fenómenos extremos
Las olas de calor, incendios forestales, inundaciones o tormentas intensas son cada vez más frecuentes e intensas. En 2025, los incendios en California mostraron cómo el aumento de temperatura agrava este tipo de desastres.
Impacto en la biodiversidad
Muchas especies no pueden adaptarse a cambios tan rápidos en su hábitat. La desaparición de ecosistemas como los arrecifes de coral o los glaciares pone en peligro miles de formas de vida.
Inseguridad alimentaria
Las alteraciones en los patrones de lluvias, las sequías y las plagas afectan a la producción agrícola, especialmente en países con menos capacidad de adaptación.
Migraciones climáticas
El cambio climático fuerza a millones de personas a abandonar sus hogares por pérdida de tierras cultivables, escasez de agua o eventos extremos.
Evidencias científicas del calentamiento global
La ciencia lo ha documentado con datos. Algunos hitos clave:
- La temperatura global ha aumentado más de 1,1 °C desde finales del siglo XIX.
- 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, según Copernicus.
- La selva amazónica, tradicional sumidero de carbono, podría estar emitiendo más CO₂ del que absorbe.
- Los glaciares se derriten a ritmos récord en Groenlandia y la Antártida.
- En el Ártico, el calentamiento duplica la media global, generando riesgos como tsunamis causados por deslizamientos submarinos.
La comunidad científica es clara: sin una drástica reducción de las emisiones de GEI, el calentamiento global superará los 2 °C en pocas décadas, con consecuencias irreversibles.
¿Se pueden atribuir estos cambios a causas naturales?
Es cierto que el clima ha cambiado de forma natural en el pasado. Factores como la órbita terrestre o las erupciones volcánicas influyen en los ciclos climáticos. Sin embargo, el ritmo actual de cambio no tiene precedentes y coincide exactamente con el incremento de emisiones humanas.
Mientras que otros eventos climáticos naturales, como las erupciones volcánicas, tienen efectos pasajeros, las emisiones actuales están provocando un aumento sostenido y acelerado de las temperaturas globales. No estamos en un ciclo más: estamos alterando el sistema climático con nuestra actividad.
¿Qué podemos hacer? Soluciones para mitigar el calentamiento global
Limitar el calentamiento a 1,5 °C exige una transformación urgente del sistema energético, productivo y urbano. Algunas medidas clave a escala global:
- Abandonar progresivamente los combustibles fósiles.
- Apostar por energías renovables.
- Electrificar el transporte.
- Proteger los sumideros naturales como bosques o humedales.
- Reducir el consumo de carne y productos con alta huella de carbono.
- Reforzar la educación ambiental y el consumo responsable.
En la COP28 de 2023, por primera vez se reconoció de forma explícita la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles, aunque no se acordó una hoja de ruta vinculante. Las soluciones están sobre la mesa, pero la voluntad política aún es desigual.
¿Y qué pueden hacer los municipios ante el calentamiento global?
Frente a una crisis global, la acción local es más necesaria que nunca. Desde mODS lo decimos con claridad: los municipios tienen un papel esencial en la lucha contra el calentamiento global. ¿Por qué?
Porque muchas de las competencias clave para mitigar emisiones o adaptarse al cambio climático están en manos locales:
- Urbanismo sostenible: más verde urbano, menos cemento, ciudades caminables.
- Movilidad limpia: carriles bici, transporte público eficiente, zonas de bajas emisiones.
- Eficiencia energética: rehabilitación de edificios, energías renovables en instalaciones públicas.
- Gestión del agua: prevención de inundaciones, adaptación a sequías.
- Educación y sensibilización ciudadana.
- Promoción de la economía local baja en carbono.
Cada acción cuenta: una ordenanza más ambiciosa, una inversión bien orientada, un contrato público con criterios verdes, una campaña de sensibilización bien pensada. El impacto se multiplica.
¿Cómo te acompaña mODS?
En mODS trabajamos junto a los municipios para convertir la sostenibilidad en una herramienta de transformación real. Nuestra hoja de ruta incorpora indicadores específicos para mitigar y adaptarse al calentamiento global, siempre alineados con los ODS, el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030.
- Te ayudamos a diagnosticar y evaluar la situación de tu municipio en materia de sostenibilidad y emisiones.
- Evaluar la vulnerabilidad del territorio ante los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías, olas de calor, pérdida de biodiversidad…).
- Revisar las políticas, planes y servicios existentes desde la óptica de la sostenibilidad.
- Detectar oportunidades de mejora, financiación y colaboración.
Una vez completado este análisis, podemos ayudarte a priorizar acciones, diseñar un plan de adaptación y mitigación realista, y avanzar hacia una certificación de tercera parte con el esquema mODS que reconozca tu compromiso y te posicione como referente.
¿En qué punto estás? Esa es la pregunta que abre el camino. Y desde mODS, te ayudamos a responder con datos, rigor y acompañamiento técnico.