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La compra pública verde se ha convertido en una herramienta clave para que los ayuntamientos lideren la transición ecológica desde lo local. No se trata solo de incluir cláusulas ambientales en los pliegos, sino de utilizar la contratación como palanca para transformar el modelo productivo, dinamizar la economía circular y reducir la huella ambiental del gasto público.

Pero para que sea efectiva, debe ir más allá del papel. Requiere criterios medibles, trazables y fiscalizables. Desde mODS acompañamos a los municipios para que su estrategia de compra pública verde cumpla con la ley, genere impacto real y esté respaldada por evidencias y certificación de tercera parte bajo nuestro esquema, con auditoría externa por KIWA.

¿Qué es la compra pública verde?

La compra pública verde es la inclusión de criterios ambientales en los procesos de contratación pública. Se aplica a bienes, servicios y obras, y su objetivo es reducir el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del contrato.

La Comisión Europea promueve activamente este enfoque como palanca para acelerar la transición ecológica, ya que el gasto público representa hasta un 14% del PIB en la UE. Eso significa que cada compra, cada servicio externalizado, cada contrato de mantenimiento puede convertirse en una oportunidad para reducir emisiones, favorecer la economía circular o impulsar la eficiencia energética.

¿Por qué aplicar la compra pública verde?

Adoptar una compra pública verde no es solo una decisión ética o política: es una necesidad legal, operativa y estratégica. Algunos motivos clave:

  • Cumplimiento normativo: la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público obliga a incluir criterios ambientales siempre que sea posible.

  • Alineación con fondos europeos: programas como el MRR o FEDER priorizan proyectos con impacto ambiental cuantificable.

  • Transparencia y fiscalización: facilita auditorías externas y evita impugnaciones.

  • Reducción de costes a largo plazo: menos consumo energético, menor mantenimiento, mejor eficiencia operativa.

  • Legado público: impacto real sobre el entorno, la salud y la calidad de vida.

Claves para una compra pública verde que supere la fiscalización

Uno de los principales errores de muchos pliegos es incluir menciones vagas como “se valorará que la solución sea sostenible” o “se primarán opciones ecológicas”. Esto no supera una fiscalización seria ni permite medir resultados. ¿Qué se necesita?

1. Criterios técnicos medibles

Un pliego verde comienza con criterios objetivos. Algunos ejemplos:

  • Etiquetas tipo I (ISO 14024) o equivalente para productos.

  • Límite de emisiones durante la prestación del servicio.

  • Porcentaje de materiales reciclados o reutilizados.

  • Consumo energético inferior a “X” kWh/año.

  • Plan de gestión de residuos con trazabilidad documental.

  • Certificados de huella de carbono por unidad funcional.

Todo lo anterior debe ser exigible mediante evidencias: fichas técnicas, análisis de ciclo de vida, certificados acreditados, etc.

2. Umbrales cuantificables en los criterios de adjudicación

Además del cumplimiento técnico, la compra pública verde debe integrar criterios de adjudicación ponderados. Algunos ejemplos:

  • +10 puntos si el vehículo de servicio es 100% eléctrico.

  • +5 puntos si la iluminación reduce un 30% respecto al estándar.

  • +3 puntos si el plan de mantenimiento incorpora SUDS.

Estos criterios deben permitir comparación objetiva y dejar constancia verificable. Desde mODS ayudamos a definir estos umbrales con base en estándares y normativas existentes (UNE, ISO, etc.).

3. Evidencias post-adjudicación

Tan importante como pedir sostenibilidad es demostrar que se ha ejecutado. Un contrato verde debe exigir:

  • Informes de seguimiento ambiental.

  • Registro de consumos energéticos o de materiales.

  • Trazabilidad de residuos gestionados.

  • Verificación por tercera parte, si aplica.

Cuando el municipio trabaja con el esquema de certificación mODS, se parte de indicadores validados y se consolida un espacio de datos que permite trazar estos impactos de forma visual y auditable.

Ejemplos reales de compra pública verde

Municipios que han implementado con éxito una compra pública verde nos dejan aprendizajes valiosos. Algunos ejemplos replicables:

  • Mobiliario urbano de plástico reciclado: con certificado EN 15343 y trazabilidad de origen.

  • Contrato de limpieza con productos biodegradables: listado de ingredientes sin disruptores endocrinos.

  • Iluminación LED en edificios públicos: reducción del 65% del consumo con retorno a 3 años.

  • Ropa de trabajo con algodón orgánico y sello GOTS: impacto directo en las condiciones laborales de la cadena de suministro.

  • Servicios de jardinería con criterios de biodiversidad: prohibición de glifosato y recuperación de suelos con vegetación autóctona.

Cada una de estas actuaciones se acompañó de evidencias verificables, una memoria de sostenibilidad y su incorporación en el espacio de datos municipal, garantizando trazabilidad, medición y comunicación a la ciudadanía.

¿Y si no tengo técnicos ambientales en el Ayuntamiento?

Esta es una de las principales barreras. Por eso, desde mODS ofrecemos:

  • Modelos de pliego tipo con criterios ambientales ya definidos y validados.

  • Indicadores clave de impacto ambiental adaptados al tipo de contratación.

  • Soporte técnico para la incorporación de evidencias y justificación de puntuaciones.

  • Acompañamiento para la certificación mODS con auditoría externa por parte de Kiwa.

Además, en muchos casos la compra pública verde puede integrarse dentro de los planes estratégicos existentes (PMUS, PACES, Agenda Urbana, etc.), facilitando así el acceso a fondos europeos y su justificación posterior.

Compra pública verde y certificación mODS

Una compra pública verde coherente con los principios de mODS parte del diagnóstico, define indicadores, mide resultados y comunica impacto. Todo ello se consolida en el espacio de datos municipal, que permite trazar cada euro invertido y cada tonelada de CO₂ evitada.

La certificación con el esquema mODS, verificada por una entidad de tercera parte como Kiwa, no solo valida que los procedimientos son correctos, sino que genera confianza ante auditorías, plenos y ciudadanía.

La compra pública verde es una herramienta transformadora, pero solo si se aplica con rigor. Un contrato bien redactado, con criterios medibles y evidencias claras, genera un impacto real en el entorno y protege al Ayuntamiento de problemas legales o reputacionales.

En mODS te ayudamos a pasar de la intención a la implementación, con soporte técnico, indicadores medibles y acompañamiento en todo el proceso. Porque cada euro público puede dejar una huella verde, siempre que se trace y se evalúe.