La huella de carbono es mucho más que una métrica ambiental. Es el punto de partida para entender cómo nuestras acciones —como personas, organizaciones o territorios— contribuyen al cambio climático. Y, sobre todo, es la herramienta clave para transformar esa conciencia en acción climática real.
En un contexto de emergencia climática y normativa cada vez más exigente desde Europa, calcular la huella de carbono no es opcional: es una prioridad estratégica. Tanto para entidades públicas como para empresas, medir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es el primer paso para trazar planes de reducción, cumplir objetivos de sostenibilidad y avanzar hacia un modelo más resiliente.
Desde mODS, trabajamos para que los municipios no solo entiendan qué es la huella de carbono, sino que se conviertan en referentes locales en su medición, reducción y comunicación. En este artículo te explicamos cómo se calcula, qué tipos de emisiones existen y qué herramientas tienes disponibles para iniciar el proceso.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono representa la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por una actividad, una organización, un producto o incluso una persona. Se mide en toneladas de CO₂ equivalente (tCO₂e), una unidad que unifica el impacto de distintos gases en función de su capacidad de calentamiento global.
Estos gases —como el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄) o el óxido nitroso (N₂O)— son los principales responsables del calentamiento del planeta. Por tanto, calcular la huella de carbono permite conocer de forma objetiva el impacto ambiental de nuestras decisiones y hábitos, y establecer planes realistas para reducirlo.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
Aunque pueda parecer complejo, el cálculo de la huella de carbono se basa en una fórmula sencilla:
Huella de carbono = Actividad × Factor de emisión
- Actividad: se refiere al consumo registrado (por ejemplo, litros de gasolina, kWh de electricidad, kilómetros recorridos, etc.).
- Factor de emisión: es un valor estandarizado que indica la cantidad de CO₂ equivalente que se libera por cada unidad de esa actividad.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) ofrece tablas oficiales de factores de emisión, actualizadas según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.
Alcances de emisiones: ¿qué se mide?
La huella de carbono se calcula agrupando las emisiones en tres alcances (scopes), según su origen:
Alcance 1 – Emisiones directas
Son las emisiones generadas directamente por fuentes que controla la organización:
- Combustibles fósiles en vehículos propios
- Calderas o grupos electrógenos
- Fugas de gases refrigerantes
Alcance 2 – Emisiones indirectas por electricidad
Son las emisiones derivadas del consumo eléctrico comprado a terceros. Aunque la organización no las genera directamente, su uso de electricidad conlleva emisiones en su producción.
Alcance 3 – Otras emisiones indirectas
Este alcance incluye una amplia gama de emisiones que ocurren en la cadena de valor de una entidad:
- Transporte de mercancías o empleados.
- Viajes de trabajo.
- Servicios subcontratados (limpieza, seguridad, gestión de residuos).
- Compra de productos o materiales.
Herramientas oficiales para calcular la huella de carbono
El MITERD ha desarrollado varias calculadoras online que permiten estimar la huella de carbono con distintos niveles de profundidad:
Calculadora de Alcance 1 y 2
Pensada para organizaciones y personas, permite estimar las emisiones directas e indirectas por consumo energético.
Permite también:
- Comparar resultados entre años.
- Medir el efecto de aplicar mejoras.
- Ver el impacto de cambios en instalaciones, vehículos o equipos.
Calculadora de Alcance 3
Diseñada para estimar las emisiones de la cadena de valor, especialmente útil para empresas con proveedores, transporte externo o servicios subcontratados.
Incluye:
- Emisiones por viajes.
- Transporte de productos.
- Gestión de residuos por terceros.
- Compras y consumos indirectos.
Estas herramientas están alineadas con las metodologías internacionales como el GHG Protocol o la norma ISO 14064, y permiten registrar la huella de carbono en el Registro nacional voluntario de huella, compensación y proyectos de absorción.
¿Por qué es importante calcular la huella de carbono?
Medir es el primer paso para mejorar. El cálculo de la huella de carbono tiene múltiples beneficios:
Identificar focos de emisión
Permite conocer dónde se generan más emisiones y actuar con criterio.
Diseñar planes de reducción
Se pueden priorizar acciones de alto impacto: renovación de flotas, mejora de eficiencia energética, cambios en proveedores…
Acceder a certificaciones y ayudas
Es requisito en muchas subvenciones, licitaciones y certificaciones ambientales (como el esquema mODS de sostenibilidad local).
Comunicar el compromiso climático
Medir la huella y reducirla mejora la imagen institucional o corporativa y fortalece la transparencia.
Municipios y huella de carbono: un paso hacia la sostenibilidad certificada
Desde mODS, animamos a los ayuntamientos a medir la huella de carbono de sus edificios públicos, flotas de vehículos, eventos y servicios municipales. Esta información es clave para diseñar políticas climáticas locales eficaces y para avanzar en la certificación de sostenibilidad territorial.
Además, puede aplicarse a:
- Centros educativos
- Polideportivos
- Transporte urbano
- Alumbrado público
- Contratación de proveedores
- Planes de movilidad y urbanismo
Medir, reducir y comunicar la huella de carbono permite que los municipios sean referentes de acción climática local, inspirando a ciudadanía y empresas del territorio.
¿Y después del cálculo? Hacia un plan de reducción realista
Calcular es solo el principio. El siguiente paso es desarrollar un Plan de Reducción de Emisiones, que incluya:
- Medidas concretas (cambio de combustibles, aislamiento térmico, contratación de energía verde…).
- Objetivos cuantificables y temporales.
- Seguimiento anual de resultados.
Comunicación transparente de avances.
Estos planes son además un requisito cada vez más habitual en convocatorias europeas de financiación como LIFE, Horizon Europe, Next Generation EU o FEDER.
Calcular la huella de carbono es asumir liderazgo climático
La huella de carbono es mucho más que un dato: es un compromiso con el futuro. Es una herramienta que nos permite pasar de las intenciones a las acciones concretas, desde cada entidad, cada municipio y cada persona.
En mODS impulsamos un modelo de gobernanza local donde la medición de la huella sea el primer paso para construir territorios más sostenibles, eficientes y comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Porque no podemos reducir lo que no medimos. Y porque cada tonelada de CO₂ que evitamos, es un paso más hacia un planeta habitable para todas las generaciones.